Artículo: Qué es el protein spiking y cómo te engañan con proteínas falsas

Qué es el protein spiking y cómo te engañan con proteínas falsas
Cuando compras un suplemento de proteína, lo mínimo que esperas es que realmente contenga proteína. Pero en un mercado saturado de medias verdades y márketing agresivo, no todos los productos cumplen lo que prometen. Un truco bastante común es el llamado protein spiking o adulteración de proteínas. ¿En qué consiste este fraude y cómo puedes detectarlo?
¿Qué es exactamente el protein spiking?
El protein spiking (también llamado “amino spiking”) es una práctica engañosa usada por algunas marcas para inflar artificialmente el contenido de proteína en sus productos. Lo hacen añadiendo aminoácidos baratos (como glicina, taurina o creatina) o incluso nitrógeno no proteico, que hacen que los análisis de laboratorio muestren más proteína de la que realmente hay.
Esto se debe a que los test de proteína estándar (como el método Kjeldahl) miden el nitrógeno total, no la calidad ni el tipo de aminoácidos presentes. Así, un suplemento puede parecer que tiene 25 g de proteína por dosis, cuando en realidad solo contiene 15 g de proteína completa y el resto son aminoácidos de baja calidad puestos ahí para rellenar.

Por qué esto es un problema
La adulteración de proteínas no solo es un fraude legal y ético: también perjudica directamente a tu salud y tus objetivos.
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Menos resultados: Al consumir proteína incompleta o de mala calidad, tu cuerpo no recibe los aminoácidos esenciales que necesita para construir y reparar músculo. Crees que estás alcanzando tus objetivos diarios de proteína, pero en realidad no lo estás haciendo.
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Desperdicio de dinero: Pagas por algo que no estás recibiendo. Una dosis de proteína adulterada es básicamente una mezcla cara de rellenos. En lugar de proteína, estás consumiendo más azúcares o grasas de los que necesitas.
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Riesgos para la salud: Aunque algunos de estos aminoácidos no son peligrosos en pequeñas cantidades, su exceso puede generar desequilibrios o problemas metabólicos si los tomas regularmente sin saberlo.

Cómo detectar proteína adulterada
Detectar las proteínas adulteradas no es sencillo, porque las etiquetas muchas veces no lo dicen claramente. Aun así, hay algunas señales de alerta que puedes tener en cuenta:
Etiqueta vaga o confusa
Si el producto no especifica el desglose de aminoácidos o simplemente pone “mezcla de proteínas” sin detallar, desconfía. Las marcas transparentes indican exactamente qué tipo de proteína usan y en qué proporción.
Presencia de aminoácidos añadidos
Busca en la lista de ingredientes si aparecen aminoácidos como glicina, taurina, arginina, glutamina o creatina añadidos sin justificación. Aunque estos ingredientes no son dañinos en sí, en muchos casos se usan como relleno para abaratar costes.
Precio sospechosamente bajo
Si una proteína en polvo tiene un precio demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea. Las proteínas de buena calidad tienen un coste real. Un precio bajo suele significar que han recortado por otro lado.

Proteínas completas vs proteínas adulteradas
Una proteína completa es aquella que contiene todos los aminoácidos esenciales en proporciones adecuadas. Las adulteradas, en cambio, no solo pueden carecer de estos aminoácidos clave, sino que además te dan una falsa sensación de estar cubriendo tus necesidades, lo que puede llevar a desequilibrios nutricionales.
En Tronk, usamos solo proteína de guisante y arroz, una combinación 100 % vegetal, completa, sin rellenos, ni sucralosa para dar sabor, solo fresa real o cacao real. Nuestra fórmula no solo evita este tipo de engaños, sino que garantiza que lo que ves en la etiqueta es exactamente lo que hay en el paquete.
Vigila lo que metes en tu cuerpo
El protein spiking es un claro ejemplo de cómo algunos fabricantes priorizan el margen de beneficio sobre la calidad del producto. Detectarlo requiere atención, pero es clave si quieres evitar suplementos engañosos y consumir proteínas reales, completas y efectivas.
No te dejes engañar por proteína de mala calidad. Apuesta por productos honestos, transparentes y que no ocultan su composición real detrás de envases coloridos y sabores llamativos. Tu salud y tus objetivos lo merecen.