
Tu batido de proteína de suero de leche (whey). Igual toca dejarlo
El whey o proteína de suero de leche lleva años dominando los gimnasios. Tiene un perfil de aminoácidos completo y es conocido por su velocidad de absorción. Pero muchas personas experimentan efectos secundarios durante el proceso digestivo, especialmente por su origen lácteo.
Al tema de las digestiones pesadas, se suman otros efectos que afectan a la piel, el sistema hormonal, la microbiota intestinal . Por todo ello, el suero de leche no es la mejor fuente de proteínas para tu cuerpo. A continuación te explicamos por qué.

1. Proteína de leche: digestiones pesadas e impacto en sistema inmune
Aunque el suero se absorbe rápido, su origen lácteo y la presencia de lactosa pueden dificultar la digestión en muchas personas. Esto se traduce en hinchazón, malestar y sensación de pesadez tras tomar un batido. El cuerpo reconoce mejor los ingredientes vegetales, más ligeros y sin lactosa.
Además, el consumo repetido de productos lácteos puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que influye directamente en la inflamación crónica de bajo grado. Esto puede manifestarse no solo en el sistema digestivo, sino también en articulaciones o nivel general de energía. Si te sientes "inflado" o cansado después de tomar whey, no es casualidad.
Estudios como el publicado en The ISME journal (2025) han demostrado que ciertos componentes de los lácteos pueden alterar la composición de la microbiota intestinal, e incluso afectan negativamente a la esperanza y calidad de vida de las personas que los consumen.

2. Acné y desequilibrios hormonales
El whey proviene de la leche, que puede contener hormonas naturales o artificiales (según el origen). En muchas personas, esto se traduce en brotes de acné o piel grasa. Si te preguntas por qué tu piel reacciona tras ciertos batidos, aquí podría estar la respuesta.
Varios estudios han relacionado el consumo de lácteos con un aumento de la actividad de la insulina y el IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina), lo que estimula la producción de sebo y agrava el acné. Esto es especialmente relevante si ya tienes tendencia a problemas dermatológicos o estás en una fase de entrenamiento intenso.
Una revisión publicada en Journal of the American Academy of Dermatology (2018) concluyó que el consumo de leche, especialmente desnatada, está asociado con un mayor riesgo de acné (Aghasi et al., 2018).
3. Gases y diarrea: lo que puede provocar la proteína de suero de leche
Uno de los efectos secundarios más comunes. El suero puede fermentar en el sistema digestivo, sobre todo si eres intolerante a la lactosa (aunque no lo sepas). Esto genera gases, hinchazón y molestias.
Esto ocurre porque la lactosa no digerida se convierte en alimento para las bacterias intestinales, que producen gas como subproducto. Incluso proteínas de suero aisladas, que prometen ser bajas en lactosa, pueden causar estos efectos en personas sensibles. Y cuando entrenas duro, lo último que quieres es una digestión que te pase factura.
Conviene aclarar que si tomas exceso de proteína vegetal también puedes tener gases, pero su impacto es menor.
Según la American Gastroenterological Association, hasta un 68% de la población mundial presenta algún grado de intolerancia a la lactosa, lo que puede explicar la frecuencia con la que aparecen estos síntomas tras consumir proteína de suero.

4. Reacciones alérgicas o sensibilidad a la lactosa
Incluso quienes no se consideran intolerantes pueden experimentar sensibilidad a la lactosa: dolor abdominal, fatiga, erupciones o malestar general.
Además, algunas personas reaccionan a las proteínas del suero como si fueran alérgenos, provocando síntomas similares a los de una alergia leve: congestión nasal, picor de garganta, urticaria o niebla mental. Estas reacciones suelen pasarse por alto, pero afectan al bienestar y al rendimiento.
Estudios como el publicado en Clinical Case Studies (Iris Publishers, 2020) han documentado casos de reacciones adversas tras el consumo de proteína de suero de leche incluso en adultos sin alergias conocidas a los lácteos. La alta concentración de proteínas de suero de leche puede desencadenar hipersensibilidad no alérgica o incluso acabar desarrollando esta alergia.
La alternativa: proteína vegetal de guisantes + arroz

No necesitamos leche para construir músculo. La combinación de proteína de guisante y arroz es una alternativa vegetal completa, porque sus perfiles de aminoácidos se complementan perfectamente.
El guisante es rico en lisina pero bajo en metionina, mientras que el arroz es bajo en lisina pero contiene buena cantidad de metionina. Juntas, cubren los 9 aminoácidos esenciales que tu cuerpo no puede producir por sí solo.
Además de esto, en la mezcla de proteínas de Tronk sólo usamos ingredientes limpios y orgánicos con el certificado ecológico. Es decir, nuestros sabores no se esconden detrás de aromas artificiales.

Nuestro batido vegano de chocolate lleva cacao real. Nuestro batido vegano de fresa lleva fresa de verdad. Si algo está en la etiqueta, es porque cumple una función y tiene un origen limpio.
La proteína vegetal Tronk no te sienta como una piedra, porque no lleva historias. Es más digestiva, más amable con tu cuerpo y totalmente eficaz para construir músculo.
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